Por Misraim Olea Echeverría
El 7 de septiembre de 2021 será recordado por generaciones de acapulqueños y acapulqueñas. Este día, un terremoto de 7.1 grados richter sorprendió a locales y turistas que disfrutaban de una noche tranquila y calurosa en uno de los destinos turísticos más importantes del país.
Luego del terremoto se han sentido un sinnúmero de réplicas que mantienen a la población en vilo. En dos días, se han reportado miles de damnificados en diferentes puntos del estado, principalmente en Acapulco, epicentro del terremoto y en Chilpancingo.
Desde el primero momento, el gobernador Héctor Astudillo estableció los protocolos de protección civil, se puso en contacto con los municipios e informó al Presidente de la República los acontecimientos de Guerrero.
Al día siguiente, a primera hora junto a integrantes de la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz, estableció la ruta de trabajo para atender la situación que se vivía en los lugares más afectados. Al medio día, en sesión extraordinaria del Consejo Estatal de Protección Civil se acordó solicitar la declaratoria de desastre en Guerrero, para poder atender a quienes se han quedado sin un lugar donde vivir.
En la Ciudad de México, el Presidente López Obrador en su conferencia matutina, aunque reconoció el trabajo de Héctor Astudillo no se comprometió a apoyar a las y los damnificados.
El Fondo de Desastres Naturales, FONDEN, era un fideicomiso con el que se apoyaba a los estados en la atención y recuperación de los electos producidos por un fenómeno natural, cuya magnitud supere la capacidad financiera y de respuesta de las dependencias y entidades paraestatales, así como de las entidades federativas.
Los recursos del Fonden se empleaban para la adquisición de ropa, medicamentos, alimentos, para la reconstrucción de los hogares y reparar la infraestructura que haya resultado afectado. Los apoyos otorgados por la Federación se hacían en especie, no en efectivo.
El FONDEN desapareció en 2020, por la mayoría de diputados morenistas que siguieron la instrucción del Presidente López Obrador, esos recursos pasaron a la Secretaria de Hacienda para ser puestos a disposición de AMLO.
Desde la desaparición del FONDEN, los ejecutivos estatales no han tenido certeza en la atención a familias damnificadas. Antes el Comité de Evaluación de Daños decidía cómo y con cuanto apoyar basados en evidencias, ahora es decisión de López Obrado tomar la decisión.
El Presidente “más humanista” que ha tenido México dijo del sismo “ya pasó, ya es otro día el de hoy”. El presidente “más humano y sensible” decidirá si se apoya o no a las familias que han perdido su hogar, para esas a las que el día se les detuvo el 7 de septiembre.