Por Misraim Olea Echeverría

Este 1 de septiembre tomaron protesta las y los diputados de la 63 legislatura, han heredando asuntos pendientes e importantes, uno de ellos el nombramiento del auditor estatal.

Si en la legislatura anterior el PRI y el PRD pudieron hacer frente a una mayoría aplastante que representaba la bancada de MORENA, en estos tres años las cosas no pintan distinto.

MORENA tiene 22 diputados y si sumamos a la diputada del PT llega a 23; el PRI con sus 11 diputados y diputadas, sumando a las y los 9 diputados del PRD Llegan a 20; Si en Guerrero se mantiene la alianza nacional se suma la diputada del PAN, lo que les hace subir a 21. Históricamente el Partido Verde en Guerrero se ha sumado al PRI, a menos que la instrucción del partido a nivel nacional sea otra, sus diputados harán que el bloque opositor al partido guinda llegue a 23 legisladores.

La experiencia y habilidad de negociación permitió que el “mayoriteo” no fuera una limitante para resolver asuntos de interés para el gobierno estatal y el ejecutivo. La división y falta de objetivos comunes terminaron por debilitar al bloque morenista.

Que MORENA no haya elegido aún a su coordinado de bancada da muestra de que la división aún está presente. Las reuniones con el senador Félix Salgado y su hija Evelyn, no son garantía de que las y los diputados morenistas vayan a hacer equipo.

En la toma de protesta de 2018, las y los diputados de MORENA se tomaron una foto con letras que formaban la frase “juntos haremos historia”; a lo largo de la legislatura la frase se fue fracturando e incluso algunas letras se fueron perdiendo. En esta ocasión no hubo tal muestra de soberbia, sólo buen ánimo y esperanza de que ahora sí hagan historia.