Dip. Citlali Calixto Jiménez

El 17 de octubre, nuestra primera gobernadora mujer del estado, la maestra
Evelyn Salgado Pineda, rindió su primer Informe de Resultados ante el pueblo
guerrerense.

A través de este artículo de opinión me permitiré reflexionar en torno al
momento histórico y político que hoy vivimos. Después de todo, como
politóloga, como diputada y como mujer mi compromiso con el bienestar de
Guerrero es genuino y eso implica ponerme a disposición y en reflexión; para
que entre todas y todos cimentemos la revolución de conciencias que
buscamos en la Cuarta Transformación.

De entrada, me parece pertinente compartir lo trascendental del inicio de
esta administración para la participación política de las mujeres en Guerrero.
Hace un año la maestra Evelyn Salgado Pineda asistió a la Sesión Pública y
Solemne del Congreso donde tomó protesta y dirigió un primer mensaje al
pueblo de Guerrero como gobernadora en funciones. Dicho suceso lo pude
atestiguar de primera mano, pues en mi entonces calidad de primera
vicepresidenta de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, estuve sentada
a la derecha de la gobernadora. Desde mi lugar pude vislumbrar la magnitud
de lo que acontecía: nunca antes habíamos tenido tantas mujeres en cargos
de elección popular en nuestro estado. La primera mujer gobernadora, con
un primer Congreso paritario, con una mujer en la presidencia de la Mesa
Directiva, con un primer gabinete estatal paritario. Todo esto hablaba de una
representación simbólica muy fuerte que sentaba un precedente para la vida
pública y política de nuestro Estado.

Comenzaba un proceso de normalización de ver a las mujeres en el poder.
Por primera vez, las niñas de nuestro estado están creciendo con referentes
de mujeres en espacios de poder. Este proceso avanza de manera
heterogénea pero constante en todos los municipios. Poco a poco tendremos
más presidentas municipales en la Montaña, tendremos más candidatas a la
gubernatura, tendremos más diputadas de mayoría relativa. Y en ese sentido,
el mensaje que se transmitía en aquella Sesión Pública y Solemne era
invaluable.

Pero hay que reconocer, lo simbólico no es suficiente para hablar de
verdaderas transformaciones. Siempre es necesario que lo simbólico
trascienda a lo sustantivo, y justo ahí radica el reto que tenemos como
sociedad ante un panorama donde más mujeres tenemos la posibilidad de
decidir en lo público. Es insuficiente que una mujer ocupe un espacio de
elección popular si su actuar no marca una diferencia real con respecto a la
forma antigua y patriarcal de hacer política.

Ante esta situación, la gobernadora hizo un compromiso notable en su
discurso hace un año. Ella anunció la llegada de la Cuarta Transformación a
Guerrero, y desde entonces ha trabajado en ella con perspectiva de género,
con sensibilidad ante las injusticias, con respeto a la diversidad, y con miras a
la construcción de un bienestar para todas y todos. La maestra Evelyn conoce
las necesidades del estado, ya que ha vivido de primera mano la lucha social
desde la izquierda. Así, la aspiración de hacer de Guerrero un santuario para
las mujeres fue una meta trazada desde su campaña y lo refrendó ante el
Congreso al momento de tomar protesta.

Hoy ha transcurrido ya un año desde aquella promesa y me siento bastante
inspirada de poder decir que efectivamente nuestra gobernadora ha honrado
su palabra. El Gobierno del Estado ha cimentado las bases de la Cuarta
Transformación y esto ha ocurrido con esfuerzos coordinados y constantes
encaminados a la erradicación de la violencia contra la mujer, la promoción

de la participación ciudadana, el combate a la corrupción y la construcción
del bienestar.

Así, durante esta administración destacan diversas acciones y logros que
hablan de un gobierno cuyo principal objetivo es siempre priorizar el bien
común sobre los intereses personales. Ejemplo de ello ha sido el regreso a
clases 100% presencial, la reducción del índice de analfabetismo en un punto
porcentual, el establecimiento de 53 unidades móviles del Programa de
Fortalecimiento a la Atención Médica, la inversión de 2 mil 426 millones de
pesos para el Programa Sembrando Vida llegando así a 72 municipios del
estado, o la ampliación de la Pensión para Adultos Mayores, haciéndolo
extensivo a los 63 y 64 años de edad.

También destaca la reactivación turística que como resultado trajo a más de
10 millones de turistas en el último año, así como las Mesas de Construcción
de Paz que día con día buscan coordinar esfuerzos para la reducción de la
inseguridad y la efectiva procuración de justicia.

Desde luego, estos resultados son producto de la colaboración y la
coordinación entre los tres niveles de gobierno, así como el trabajo
construido con el pueblo guerrerense; como el Plan Estatal de Desarrollo que
emana de foros y diálogos entablados con diversos sectores de la sociedad.
De este modo, es evidente que la forma de hacer política está pasando de un
modelo arcaico en el que hay una relación vertical entre gobernante y
pueblo, a una relación horizontal de colaboración y suma de esfuerzos.

Desde el Congreso del Estado recibimos las iniciativas que la gobernadora ha
presentado en temas muy relevantes y necesarios para la sociedad
guerrerense, como la tipificación del delito de cohabitación forzada para
combatir el matrimonio infantil, la creación de una Ley de Austeridad, o el
establecimiento de la Sierra como la octava región del estado. En el Congreso

garantizaremos los beneficios que estas iniciativas cargan en materia de
combate a la violencia de género, de mejora a las finanzas públicas y de
desarrollo económico regional.

Por otro lado, como Presidenta de la Comisión de Atención a las Personas
con Discapacidad me parece necesario destacar lo logrado por esta
administración a tan sólo un año de trabajo. Prueba de ello es que Guerrero
se convirtió en la primera entidad en firmar el Convenio con el Gobierno
Federal para que el Programa de Bienestar para las Personas con
Discapacidad se volviera un programa universal permanente que, con una
inversión de más de 80 millones de pesos, beneficiará a más de 16 mil
guerrerenses que viven con alguna discapacidad. Asimismo, la política de
austeridad implementada en la administración pública estatal ha permitido
que el DIF Guerrero inicie un programa mensual de atención a personas con
discapacidad que como resultado ha entregado mil 970 aparatos funcionales
a través de los distintos DIF municipales, lo cual también habla de la
existencia de coordinación institucional con los Ayuntamientos, necesaria
para la salud democrática de todo estado.

Y desde luego, como una servidora pública mujer, joven y con representación
sustantiva, me resulta pertinente compartir y celebrar la implementación del
Protocolo Violeta, como la primera política pública integral de su tipo en todo
el país encaminada a la erradicación de la violencia contra las mujeres. Me
atrevo a hablar en nombre de muchas mujeres al decir que este Protocolo es
uno de los principales aciertos en este primer año de trabajo, pues ataca
problemáticas que nos atraviesan de manera directa.

Por un lado, su primer componente, la Alerta Violeta, responde al grave
problema de desaparición de mujeres que se suscita en nuestro Estado y en
nuestro país. En Guerrero cada semana desaparecen hasta 10 mujeres,
mientras que la cifra a nivel nacional es de alrededor de 8.51 mujeres
desaparecidas al día. Ante ese panorama, la Alerta Violeta ha permitido

localizar a más de 80 mujeres reportadas como desaparecidas desde su
implementación en julio, representando así una tasa de éxito del 96%.

Por otro lado, el segundo componente, Transporte Violeta, responde al 25%
de mujeres guerrerenses que manifiestan haber sufrido acoso sexual en el
transporte público y al 80% de mujeres que se sienten inseguras en el mismo.
Así, este componente busca combatir este problema a través de unidades
exclusivas para mujeres e infancias con conductores y conductoras
capacitadas para brindar un servicio libre de violencia de género.

De tal suerte, es evidente que el primer año de gobierno ha estado a la altura
de lo que las y los guerrerenses necesitamos y de lo que el Proyecto de
Nación encabezado por nuestro Presidente, Andrés Manuel López Obrador,
mandata. Existen retos pendientes por alcanzar, sin embargo, es claro que
hay voluntad política y coordinación institucional suficiente para avanzar en
todos los temas.

Podemos tener certeza en que seguiremos avanzando porque hay claridad en
cuáles son los retos que tenemos como Estado, lo cual se puede constatar en
la trayectoria de la gobernadora como parte de la lucha social de la izquierda
en Guerrero. Una lucha que le permitió recorrer las distintas realidades
guerrerenses desde muy chica, y que le permitió llegar al poder con una
perspectiva totalmente distinta sobre el espacio público. No podemos negar
que los problemas estructurales son aún profundos, pero eso no ha sido
impedimento para actuar ni motivo para excusas. Es claro que la
gobernadora ha tomado la batuta del estado.

Desde el Congreso del Estado habremos de continuar con esa perspectiva,
siempre respetando la división de poderes, pero con miras a materializar el
Proyecto de Nación que en Guerrero encabeza la maestra Evelyn Salgado
Pineda.

Me permito concluir este artículo de opinión compartiendo una última
reflexión en torno al 1er Informe de la gobernadora. El 17 de octubre,
finalizando el evento, un periodista me abordó y me preguntó qué
calificación le daría a nuestra gobernadora durante su primer año; no se
puede calificar de forma aislada para ese efecto. Vivimos en una democracia
donde la responsabilidad del gobierno no recae en una sola persona, sino en
un equipo de trabajo que se acompaña y acata al mejor asesor: el pueblo.

Lo que sí podemos afirmar es que es innegable la humildad y el profundo
amor que la maestra Evelyn le profesa a nuestro estado, y ahí está el
parámetro más fuerte para evaluar estos dignos resultados.

La evaluación es una corresponsabilidad de todas y todos como parte del
pueblo, e incluso de una servidora como parte de otro poder del Estado.

De tal suerte, cuando nos pregunten qué calificación ponemos, digamos con
orgullo que nos ponemos la más alta calificación porque las y los
guerrerenses somos un pueblo combativo, resiliente y con mucha esperanza
de un mejor futuro.