Por Misraim Olea Echeverría
Ante el fracaso que significó la reforma energética, la reforma a la ley minera significó para López Obrador una victoria pírrica, misma que celebraron con singular alegría.
De acuerdo a lo establecido,luego de la reforma en materia minera, el estado mexicano tendría que crear una dependencia para que este se dedicara a extraer el litio, situación similar a la que se vivió cuando se creó Petróleos Mexicanos, tres meses después de la expropiación petrolera.
A diferencia de PEMEX, que comenzó a operar un mes después, con el litio se tiene que esperar más tiempo, porque el gobierno no cuenta con el equipamiento necesario para su extracción, las empresas que se dedican a extraer este metal son extranjeras, lo que obligaría al gobierno a comprarlo o a contratar empresas privadas que lo tengan.
Hasta este momento México aún no tiene proyecciones de cuánto litio pudiera haber en territorio mexicano, a diferencia de Bolivia, Chile y Argentina, que están muy avanzados en este tema; aunado a esto, se requieren especialistas mexicanos o extranjeros que ayuden con este propósito.
Nacionalizar el litio y su extracción sirven solo para el discurso, porque en los hechos el artículo 27 de la Constitución Política de México señala que “Corresponde a la Nación el dominio directo de todos los recursos naturales de la plataforma continental y los zócalos submarinos de las islas;”
La Constitución también señala que “los minerales, substancias, minerales de los que se extraigan metales y metaloides, yacimientos de piedras preciosas, de sal de gema y las salinas formadas directamente por las aguas marinas; productos derivados de la descomposición de las rocas, materias susceptibles de ser utilizadas como fertilizantes; combustibles minerales sólidos; el petróleo y todos los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos.” El litio que se encuentra en algunos minerales y piedras volcánicas antes de la reforma a la ley ya pertenecía a la Nación.
Como muchas de las ocurrencias de los diputados morenistas, a alguien se le ocurrió que la dependencia que se creará para explotar el litio lleve por nombre “Agencia Mexicana del Litio”, “AMLITIO”; incluso lo pusieron en una encuesta en las redes oficiales del Partido.
A PEMEX le tomó 34 años ser productiva en una industria en la que tenía personal capacitado y equipamiento, la Cámara Minera de México, CAMIMEX, considera que un tiempo similar le tomaría al litio, además de los costos de los compromisos y contratos que quedarán comprometidos.
La muestra de la puesta en operación de una parte del Tren Maya y la inauguración del aeropuerto Felipe Ángeles han representado grandes fracasos para la administración de AMLO, la reforma para nacionalizar el litio no fue distinta, celebrar la nacionalización de este metal es igual a celebrar que uno no ganó dinero, pero que el otro lo perdió.