ACAPULCO, Gro., 28 de febrero de 2022.- Investigadores de la Universidad de Glasgow de Reino Unido, del Colegio de Sonora e integrantes de la Fundación Ideas para La Paz con sede en Colombia, advirtieron que con la reducción presupuestal gubernamental en el sector artístico y cultural, habrá un retroceso en la recuperación de espacios públicos, pérdidas en el avance de la reconstrucción del tejido para la construcción de una cultura de paz, lo que desencadenará mayor violencia.

Los académicos presentaron parte de los resultados de la investigación que hicieron durante dos años en el proyecto La educación no formal, la cultura y el aprendizaje en la construcción de la Paz en tiempos de crisis: Medellín y Acapulco.

La investigadora radicada en Guerrero, Javiera Donoso dijo que uno de los objetivos del estudio, financiado con recursos europeos, es integrar un modelo acapulqueño enfocado en la conformación de una sociedad más vinculada, con diferentes actores sociales.

“Acapulco atraviesa un tránsito hacia otra generación pero no están enfocados en el puerto turístico, sino que buscan una ciudad digna con atención y espacios para todos, no sólo para los turistas (…) Esa generación es la que está generando cambios en barrios e incluso en sistemas de producción, emprendiendo sueños colectivos y permitiendo que las inversiones se queden y no las envíen hacia otras ciudades o partes del país e incluso el extranjero”, especificó durante su intervención.

Adelantó que resultado de la investigación es el proyecto El Acapulco que soñamos, en el cual convergen diferentes grupos de la sociedad civil organizada, empresarios, artistas y, a partir de la educación no formal, detone el desarrollo de oficios.

Donoso planteó que el resultado de la investigación permita la toma de decisiones gubernamentales, basadas en el resultado de la sistematización de los resultados obtenidos.

El arte como escudo contra el crimen

Otro investigador, Alejandro Bahena Rivera de la Universidad de Glasgow, explicó que realizaron entrevistas en Acapulco que también fueron aplicadas en Medellín, cuyos resultados mostraron la experiencia de las personas entrevistadas y su incursión en actividades artísticas y culturales.

“El arte y la cultura sirven para proteger a la niñez en un ambiente rodeado por el crimen organizado, importantes para la construcción de una cultura de paz. La cultura y el arte fomentan la base social apropiada porque se vuelve moralmente difícil cometer un delito, pues se genera una barrera”, argumentó.

Necesaria la voluntad política

Del Colegio de Sonora, Nora Niño advirtió que cuando hubo la voluntad política durante administraciones municipales, los recursos destinados al sector cultural y artístico se fomentaron las actividades hacia ambos rubros.

“El arte y la cultura sirvieron para establecer un tejido social que funcionó, lo que resultó en una generación de jóvenes artistas que piensan y hacen arte en la calle, no en espacios convencionales, sin pensar en la idea elitista que ello implica. Entender que la paz se construye de manera cotidiana con diferentes instituciones, organizaciones de la sociedad civil, la sociedad en conjunto”, dijo.

Sociedad blindada con arte y cultura

La integrante de la Fundación Ideas para la Paz, Manuela Suárez indicó que un hallazgo del estudio es que Medellín y Acapulco comparten narrativas similares, ya que dominan aspectos de violencia en algunos territorios, entendiendo los tipos de violencia.

Señaló que encontraron que no hubo impacto de los grupos armados en los grupos culturales ni educativos, lo que generó una oportunidad a que esos actores resistieran a la violencia.

“Las personas no son conscientes de que eso es un logro como parte de la construcción de paz y la reducción de la violencia”, subrayó Suárez. El próximo jueves serán presentados los resultados y la iniciativa, financiado en el extranjero en el Jardín Botánico de Acapulco a las seis de la tarde.

Por: Quadratín Guerrero