Ciudad de México

“En México vamos a legislar y en Los Angeles seguiremos luchando por la reforma migratoria”. Esa visión binacional la expresó Aniceto “Cheto” Polanco, al ser presentado como candidato plurinominal migrante a una diputación federal postulado por Morena. A su lado estaban Mario Delgado, presidente del partido que lo postula, Morena, y el ex canciller Marcelo Ebrard.

Aquel salón de un hotel que alberga a al menos 300 personas, parecía reducido por el cúmulo de periodistas, camarógrafos, fotógrafos e invitados. En el centro del evento estaba la media docena de migrantes aspirantes a legisladores.

Y “Cheto”, con su voz de trueno y su corpulenta y recia humanidad hablaba con aplomo y emoción al saberse que será de los seis migrantes que representarán en el Congreso mexicano a los 40 millones de mexicanos que se encentran en la Unión Americana. Como página estelar de su existencia.

“Representar a los mexicanos de allá no es tarea fácil. El mensaje que envío a esos compatriotas es que no están solos, porque nosotros somos auténticos migrantes. Yo llegué a Estados Unidos a los 20 años. Fui de los afectados por las políticas neoliberales y migramos con un sueño, de trabajar, comprar un carrito, construir una casa, poner un negocio y mantener a la familia”, expuso.

Es pueblo

Pero ha logrado más. Y enfatiza: “ Somos mexicanos que nos vamos a partir la mandarina a aquél país y a este”.

“Cheto” Polanco es pueblo. En su natal Guerrero, fue matancero en un rastro y en Los Angeles lavaplatos, repartió de pizzas, recogió desperdicios de tela, pero no dejó de estudiar. Cruzó la frontera “brincando el cerco” – como lo describe-  y ahora lleva ya tres décadas en la Tierra Prometida, donde un cuarto de siglo fue indocumentado y ya es ciudadano estadounidense, bilingüe y bicultural. A base de sudores y fatigas extremas dejó de roncar los sueños y ahora son una realidad para él. Ya como legislador quiere abrir paso a los migrantes para que también vivan el sueño mexicano, creado en la administración lopezobradorista.

Polanco ha vivido las tristezas y penurias del pueblo migrante. Expone, asimismo, que los mexicanos que se encuentran en aquél país aunque sea muertos quieren regresar a la patria mexicana. Por eso, contó, cuando alguien fallece, como no hay dinero del gobierno para la repatriación del cadáver, se cooperan para regresarlo.

Y de manera lacónica empeña su palabra a los paisanos allende la frontera: “No les vamos a fallar”. Una de sus tareas iniciales y prioritarias es lograr que los migrantes mexicanos voten en México como corresponde a su importancia y cantidad. Impulsará que el Instituto Nacional Electoral credencialice a los millones de mexicanos que están en edad de votar y que no lo hacen por falta del documento electoral. Nunca más, resalta, cifras tan magras de sufragantes como ocurre ahora, cuando no rebasan los 200 mil.

“Cuando voten los paisanos en EU le darán mejor rumbo a México”, enfatiza

Le salta, de inmediato, la otra bandera que conforma su estructura política: la lucha por los once millones de paisanos migrantes para que en Estados Unidos hagan realidad una añeja exigencia: la reforma migratoria amplia, justa y generosa. De esa manera podrán legalizarse.

Y convencido expresa:

“Nuestra lucha por los migrantes va a surtir efecto”. No duda que en ambas naciones van a ganar.

Asimismo, “Cheto” agradeció a Morena por darle la oportunidad de representar a los que menos tienen, a los más golpeados y ultrajados que son los migrantes, entre otras comunidades.

El dirigente de la Coalición por los Derechos plenos de los Inmigrantes, Juan José Gutiérrez, Mario Delgado, líder de Morena, y Aniceto Polanco. Foto: La Educación.

Estudiar y trabajar, su fórmula del éxito

“Cheto” nació el 17 de abril de 1968 en Copala, Guerrero, en la Costa Chica, Estudio primaria, secundaria, preparatoria y pocos semestres en la escuela de ciencias sociales en Acapulco.

En un rastro frigorífico de ese puerto trabajó como almacenista, como matancero y recuerdo con orgullo: “Trabajaba en la mañana e iba a la preparatoria en la tarde”.

En 1988, decidió emigrar a Los Angeles. ¿ Y cómo cruzaste la línea? Se le inquiere. Responde raudo: “ Como todos, brincando el cerco”.

En la capital mexicana de EU, como se denomina a Los Angeles, fundado el 13 de septiembre de 1781, por una cuarentena de mexicanos, se inició como lavaplatos en un restaurante, con un horario de las 11:00 de la noche a las 7:00 de la mañana. Recuerda que la nariz le sangraba a menudo por el agua caliente.

Su preocupación inicial – cuenta- era reunir 300 dólares para pasar a su esposa a este país. “Le metí duro y junté ese dinero. Eso fue a los dos meses que me vine”.

Luego trabajó en la Pizza Loca como repartidor y también se metió a la cocina. Y finalmente encontró la actividad que le cambió la vida: reciclaba desperdicios de tela de algodón que le reglaban fábricas. A eso se dedicó 20 años. Incluso, iba a Ensenada, Baja California, por los desperdicios. Eso se debió a que diversas empresas de Los Angeles se movieron a ese puerto mexicano con motivo del Tratado de Libre Comercio aprovechando la mano de obra barata mexicana.

Su amigo Peter, quien tenía primos en China, les enviaba las pacas. “Ahí comencé a sentir el éxito”, dijo.

“Con las ganancias, adquirí dos casas en Los Angeles, una en 150 mil dólares y la otra en 460 mil. “Ahora valen un millón de dólares cada una”, exclama emocionado.

Además, está próximo a inaugurar una panadería. Su esposa es  Nolberta Polanco, con quien ha procreado a tres hijos: Jesús, ingeniero civil, Ilce María, quien estudió administración de la salud y recursos humanos y Sergio, próximo a graduase como ingeniero eléctrico. Es ciudadano estadounidense desde hace dos años.

Lucha social y amigo de AMLO

El éxito económico no le impidió su lucha social, inculcada por Rosalío Wences Reza, dirigente histórico de la izquierda, tres veces rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) y fundador del proyecto Universidad Pueblo, fallecido en 2006. “Estuve siempre en su lucha”, resalta.

¿ Cómo conociste a Juan José Gutiérrez, de dilatada trayectoria como dirigente comunitario en Los Angeles?

“ Los ideales, la lucha te llevan a conocer gente. Me gustó su dinámica y política. Lo considero mi hermano”.

¿ Ahora que ya estás con casi un pie en el Palacio Legislativo de San Lázaro como diputado, que sientes?

“El fruto de la lucha de 30 años por nuestros hermanos migrantes, empieza a dar frutos, no para mi sino por los que siempre he luchado. Se nos abre la puerta para los verdaderos migrantes. Esto se ha venido construyendo desde hace tres décadas por los derechos plenos de los migrantes. Además fuimos fundadores del primer comité del Movimiento de Regeneración Nacional en Los Angeles”.

“Cheto” asegura que no le han regalado nada. Lo que ha ocurrido es que “Morena abrió las puertas a los verdaderos migrantes y estamos agradecidos con nuestro partido, porque es del pueblo y para el pueblo”.

Recordó que cuando el entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador fue a Los Angeles por primera vez, a él le tocó asistirlo, transportarlo y de ahí nació una buena relación entre ambos.

Recientemente, ” Cheto” y un grupo de compañeros, entre ellos Juan José Gutiérrez, fue a ver al presidente López Obrador, quien realizaba una gira en Rosarito, Baja California. El mandatario alcanzó a ver cuando unos guardias le impedían el paso al sitio del evento y les gritó: “Suéltenlo, es mi amigo”.

Ese día, “Cheto” dialogó con el Primer Mandatario y luego hasta dio entrevistas.

Por: La educación