Por: Misael Habana de los Santos
Desaseada elección en Huazolotitlán
De aquí al 1 de enero de 2022, día en que la candidata “Juanita” de la alianza PAN-PRI y ahora presidenta municipal electa de Santa María Huazolotitlán, Oaxaca, Vilma Zenorina Reyes Martínez se convierta en presidenta constitucional de este municipio tendrá que haber sorteado un largo proceso jurídico que impugna un proceso electoral desaseado, en el que resultó ganadora con un mínimo de votos de diferencia, no sólo frente a su más cercano adversario del partido Verde, sino también con los abanderados del PRD, Morena y PT.
La ahora presidenta electa, de quien no apareció su nombre en las boletas por el relevo de último momento de quien había sido registrado originalmente por la fórmula PRI-PAN para competir en el proceso argumentando razones de género, el general del Ejército mexicano jubilado, Tirso Terrazas Molina, sino el de su compañera de fórmula del militar, Beatriz Nicolás Sánchez, ganó la elección con sólo mil 252 votos ¡de un total de 8 mil 439 ciudadanos registrados en el padrón electoral!
De ese número participaron 5 mil 800 huazolotecos, es decir, el 69 por ciento del padrón, a quienes les interesó la propuesta de las siete fórmulas políticas que buscaron la presidencia municipal y salieron a sufragar el pasado 6 de junio en 16 casillas instaladas.
Y por Reyes Martínez, conocida como Vilma –concubina y madre de dos hijos del general, el que ahora será síndico municipal en el gobierno que encabezará su compañera sentimental–, sólo voto el 21 por ciento de quienes acudieron a las urnas.
De ese mínimo porcentaje que sin duda le restará gobernabilidad en el municipio, de las seis casillas ubicadas en la cabecera municipal no ganó ninguna y la ventaja la obtuvo en tres de las agencias más pobres de las ocho con que cuenta el municipio y en donde, según los candidatos de otras fórmulas, se dieron las prácticas más arcaicas que ha usado el PRI para ganar elecciones, la como compra de votos, amenazas de guardias blancas, entregas de dádivas, acciones que podrían configurarse como delitos graves por la Ley Electoral, que se pagan con cárcel.
En segundo lugar se ubicó el Partido Verde abanderado por el piloto aviador Mario de los Santos Baños, que obtuvo mil 146 sufragios a favor de su fórmula, que es el 19.5 por ciento de la votación total, levantándose con el triunfo en cinco de las seis casillas instaladas en la cabecera municipal.
Es el ganador incuestionable en la cabecera municipal, a pesar de ser anticarismático y poco sociable. Es la segunda ocasión que busca la presidencia municipal por el Partido Verde sin lograrlo.
Hasta hoy es el ex candidato que ha convocado a la ciudadanía a la movilización para impugnar el proceso electoral y rechazar los resultados que considera como un fraude electoral.
Con tal fin, acompañado por otros dos candidatos, de los partidos Fuerza por México y Alianza por México, ha iniciado un proceso jurídico que busca la limpieza del proceso o su reposición ante observadores electorales imparciales.
El tercer lugar lo alcanzó el PRD, con Abigail de los Santos Silva, quién obtuvo 941 votos, que representan el 16 por ciento de la preferencia electoral. Este partido es el heredero del PRI en el municipio y ha gobernado varios trienios al servicio del cacicazgo de Tomás Basaldú, que entre señalamientos de corrupción con sus empresas constructoras ha realizado mayoritariamente la obra pública municipal en San Juan Colorado, Huazolotitlán y Pinotepa Nacional, protegido por una red de testaferros. Es el gran derrotado en la elección pasada que es celebrada por la verdadera izquierda costachiquense.
En cuarto lugar quedó el partido Morena y su candidata la profesora Agustina Gómez Torres, con 834 votos, el 14. 23 por ciento del total de la votación. El voto hacia esta mujer mixteca se lo concedieron los habitantes de la cabecera municipal que buscan una real transformación de las estructuras corruptas que representan los partidos que han gobernado esta demarcación, PRI, PRD y PAN, que como buena consorte ha ido a la barranca en diferentes trienios con los dos abanderados de la corrupción en el lugar.
Es un capital de votos conscientes de gente que busca aplicar los principios de la 4T: no mentir, no robar, no traicionar, dice la profesora egresada de UPN-Ometepec.
En quinto sitio quedó el candidato del PT, Dimas Zorroza Morales, con 814 sufragios en su favor, el 14 por ciento de los votos emitidos, la mayoría obtenidos en la agencia de José María Morelos, población afrodescendiente de donde es originario.
En el caso de este líder hay que destacar que militó en el PRD, posteriormente emigra a Morena, y que por inconformidad con un proceso interno que favoreció a Agustina Gómez Torres, buscó y obtuvo la candidatura del PT.
Los resultados electorales, aún con su desaseo y una autocrítica profunda permitirán a los participantes reflexionar sobre su futuro potencial liderazgo entre la población.
Igual camino siguió Marcelo Torres Román, quien compitió con el logotipo de Fuerza por México obteniendo 438 votos.
Si se suman los votos obtenidos por otros partidos lo que buscaban originalmente la candidatura de Morena (PT y Fuerza por México) con los del partido vino tinto, en total son 2 mil 86 sufragios. Con estos números, el candidato que encabezaría el gobierno municipal de Huazolotitlán sería el del partido del presidente AMLO, con el 36 por ciento del total de la votación.
Hubiera sido un triunfo holgado frente al conservadurismo y que no se logró por los intereses exclusivamente personales de los candidatos que no tuvieron mayoría ni en la elección constitucional.
Ya habrá tiempo de mayor reflexión y la historia colocará a cada quién en su lugar.
El resto de votos lo obtuvieron pequeños partidos, un poco menos de 60 y 170 nulos, votos que hubieran dado el triunfo a cualquiera de los cinco primeros aspirantes.
Conclusión: cierto que se gana o se pierde por un voto. Pero ante los números de esta elección lo mejor para Huazolotitlán sería limpiar la elección y darle el triunfo a quien limpiamente lo obtenga, sin compras de conciencias, de votos y entregas de dádivas, para que el que llegue a la silla lo haga con la calidad moral suficiente y los consensos necesarios pueda que gobernar.
Lo que no entienden los habitantes, sobre todo los que viven en la cabecera municipal y esto es porque nunca lo habían visto por el rumbo, es lo siguiente: ¡cómo que una pareja matrimonial (Vilma-Tirso) vaya a ser la presidenta y el síndico!
Y eso no lo habían visto, por eso lo rechazan y por eso dicen que no lo van a aceptar, más allá de la historia personal de cada uno de ellos.
Y el general debe de entender que en una democracia comunitaria como la de Huazolotitlán no se puede gobernar de facto. Se requiere política y consensos por el bien y el futuro de los gobernantes y gobernados.
La enseñanza que les queda a los huazolotecos es que nunca más se debe permitir una elección tan desaseada, con violencia verbal y física, impregnada de guerra sucia y en donde nadie gana nada y sí pierden todo(s): amigos, bienes, familiares, vecinos y sobre todo, el bienestar y desarrollo del municipio. ¿Este es el futuro que quieren para Huazolo? Yo no.