ACAPULCO, Gro., 17 de septiembre de 2023.- El arzobispo del puerto, Leopoldo González González recordó que a 210 años de la promulgación de los Sentimientos de la Nación, la construcción de la patria requiere del trabajo que va de lo individual, lo social e institucional.

Dijo que persiste como desafío la justa distribución de bienes entre los mexicanos, así como el que las personas cuenten con trabajo digno y remuneración justa que cubra sus necesidades y las de sus familias.

Lo anterior en referencia a los Sentimientos de la Nación que José María Morelos y Pavón promulgó durante el Congreso de Anáhuac en 1813 en Chilpancingo, documento del cual analizó durante el mensaje que difunde mediante redes sociales cada 15 días.

Del histórico documento que contiene 23 puntos, Leopoldo González afirmó que el número 12 y el 17, relacionados con la seguridad y la paz, implican responsabilidades que van desde las individuales, las sociales y las institucionales o gubernamentales.

Analizó, respecto al punto número 17, que es responsabilidad exclusiva de las autoridades el señalar penas a los infractores, el no dejar crímenes en la impunidad; sin embargo, el respeto de las personas y de sus bienes es una conducta personal, que involucra actuar y educar para ello, pero como responsabilidad de todos.

Acerca del número 12, que convoca a la construcción del bien común a partir de las leyes, los derechos y las obligaciones, “una buena ley es una ley justa, conforme a la dignidad de la persona, dictada por la recta razón, que respeta y custodia los derechos fundamentales”, dijo.

Asimismo, el líder de la iglesia católica adelantó que del 21 al 23 de septiembre, en la ciudad de Puebla se llevará a cabo el Diálogo Nacional por la Justicia y La Paz, como resultado de los foros convocados por organizaciones de la sociedad civil, campesinos, indígenas, representantes de las diferentes religiones, gobiernos locales, empresarios, ciudadanos.

En los foros se habló de asuntos de seguridad ciudadana, justicia cotidiana y reconstrucción del tejido social.

Al respecto, Leopoldo González destacó que el diálogo se nutrirá de los aportes de los conversatorios por la paz hechos en parroquias, colegios y centros comunitarios.

También hizo hincapié en que cada tercer domingo de mes hubo oraciones para quienes han sido y son víctimas de las violencias: ejecutados, asesinados, desaparecidos, secuestrados, extorsionados, los que han de pagar cuota o piso, o se ven obligados a pagar un tributo a un grupo criminal en la compra o en la venta de algún fruto o producto.

“Todo crimen es una crueldad no sólo para quien lo sufre de manera directa, sino a los suyos y a toda la sociedad, pero nos damos cuenta, por las noticias, de muchos crímenes en los que el criminal se ensaña en su crueldad. Destruye la vida de la persona asesinada, desgarra su familia y hiere con el miedo el ánimo de muchas personas en la sociedad. Esta herida es también muy dolorosa. Esas personas son víctimas de las violencias y necesitan ser atendidas. Nuestra cercanía y escucha comprensiva puede ser de grande ayuda”, expresó.