Por Alfonso Juárez

Acapulco.- Con el arranque de las precampañas en Guerrero se desató el concurso para saber ¿quién hace el peor ridículo?

Los “especialistas” en mercadotecnia política dejan en evidencia a los jóvenes políticos con prácticas viejas, vetustas.

Es el mundo de las apariencias exponenciado.

Te regalo una flor y no te fallo, te entrego machetes gratis, me tomo fotos con viejitos con cubre bocas porque los protejo, tapizo de espectaculares, prometo y vuelvo a prometer cosas imposibles, la lista es larga.

Las mismas escenas de siempre con rostros “nuevos”, pero nada de eso es real.

En la vida cotidiana ninguno de esos personajes hace lo que según hace, es pues una simulación. Simular es una manera burda de mentir.

En realidad lo que quieren es el voto a través de sus mentiras y dádivas.

La clase política rancia de siempre quiere de nueva cuenta enquistarse en el gobierno que ven como agencia de empleo y mina de oro.

Sería bueno que esos actores políticos informen cuánto gastan y de dónde sale el dinero para pagar sendas campañas ¿de qué viven estos personajes?

Marejadas

Tras la derrota, Evodio Velázquez Aguirre busca ahora un premio de consolación.

El perredista dice que quiere recuperar lo “invertido” en su extraordinaria campaña en redes sociales y pedirá dinero, como casi siempre lo hace, o algún cargo.

Esperemos que no le cumplan ninguno de sus caprichos y de paso quede sepultado cualquier posibilidad de este personaje arribista.