Por Alfonso Juárez

Acapulco. -Ante lo embravecido del mar político en Guerrero y en particular en MORENA, el Presidente Andrés Manuel López Obrador viene a calmar las aguas.

La tan trillada frase nada es casualidad en política cobra sentido con la visita del Ejecutivo a la entidad en estos días de pandemia y en donde las diatribas o el llevarse pesado entre los morenistas es el pan de cada día.

Mientras Félix Salgado Macedonio, virtual candidato a gobernador del partido en el poder, calla ante las acusaciones de violación en su contra, López Obrador ha salido al quite en las Mañaneras.

Sin embargo, algunos actores políticos no han entendido el mensaje del presidente.

Ante la sublevación, vendrá el manotazo esta semana.

El jalón de orejas sería sonoro para aquellos que no entiendan el juego de la 4T.

¿Las acusaciones en contra del cuasi candidato serán cosas del pasado?, es pregunta que quedará abierta o cerrada como las indagatorias.

Luis Walton Aburto ha sido llamado a Ciudad de México para aquietar los ánimos, sin embargo, el ex alcalde continúa con sus recorridos y confía en su padrinazgo con el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Luis Ebrard Casaubón. Entre los luises se vean.

En tanto, los cercanos Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros aseguran que guardan un mutis lleno de coraje por lo que supuestamente se había prometido y no se cumplió.

La política también es circunstancia y hay un largo trecho que recorrer en la contienda electoral por el territorio guerrerense.

Marejadas:

Los añorvistas siguen molestos.

Nadie les dijo -ni por educación dicen ellos- que no iban.

Se han puesto Verdes de coraje y el acercamiento con el partido rémora es casi un hecho.

El PRI al igual que MORENA se dan solos disparos en el pie. Cosa de los políticos y no de la política en Guerrero.