Una treintena de niños que viajan con sus padres en la caravana migrante, fueron trasladados a clínicas rurales para su atención médica con fiebre, tos, gripa, deshidratación, dolor de cabeza y lesiones en los pies, provocado por las largas caminatas bajo el sol y la lluvia; sin embargo, algunos miembros de las familias son acosadas y detenidas por el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Guardia Nacional (GN). De acuerdo a Irineo Mújica Arzate de Pueblos Unidos Migrantes (PUM), uno de los activistas que acompaña el contingente de más de 3 mil extranjeros irregulares, muchos de los menores se han enfermado debido a las caminatas que realizan desde hace ocho días que salieron de Tapachula con destino a la Ciudad de México, bajo temperaturas de hasta 40 grados, provocados por los fuertes rayos del fuerte sol y la lluvia. La mayoría de los mil 250 niños, menores de 7 años que integran esta caravana migrante, presentan también deshidratación, golpes de calor, rozaduras y lesiones en los pies por las ampollas.