Por: Misraim Olea

La agenda del gobernador sólo marcaba actividades el día jueves y el viernes; un día con más carga laboral que el siguiente. Después de casi 6 años, Héctor Astudillo concluye su gobierno, algo nada fácil en Guerrero.

Este jueves 14 de octubre, Astudillo Flores entrega el mando a su sucesora, Evelyn Salgado Pineda, la primera gobernadora en el estado.

Las últimas semanas de la administración astudillista fueron difíciles, los problemas económicos, fruto de la pandemia, dificultaron el pago de bonos, algunas prestaciones y beneficios que la administración del gobernador priísta otorgó a la clase trabajadora para mejorar su situación.

Varios políticos que buscan congraciarse con la nueva administración movilizaron a sus estructuras, que pertenecen a los sindicatos, otros más vieron en la movilización de los trabajadores una oportunidad para tener reflectores.

López Obrador recibió a Astudillo dos días antes de su salida, le refrendó su apoyo y en la mañanera del día siguiente resaltó la cualidades del gobernador. El día de su salida, Astudillo Flores recibió el último apoyo del Presidente, cosa que no pasó con otros gobernadores.

La relación de Héctor Astudillo y López Obrador fue buena hasta el final. A unas horas de entregar el poder, Astudillo también entregará buenas cuentas y resultados; lo sabe el Presidente y lo pregona.

Se terminaron los 6 años de gobierno de un hombre que se dedicó a trabajar por su estado, se empeñó en dar resultados y hasta el último minuto gestionó con éxito.

En Guerrero han sido pocos los gobernadores que terminan su mandato, Astudillo lo logró y con resultados ejemplares.

“¡Que Dios bendiga a Guerrero!” Exclamó Astudillo. Que Dios nos bendiga y que todo sea por el bien del estado.