Por Misraim Olea Echeverría

Luego de tres semanas de incertidumbre, este martes 27 de abril Félix Salgado Macedonio se quedó fuera de la contienda electoral 2021, al perder la candidatura a gobernador por MORENA.

El desaseo, la irresponsabilidad y la falta de atención a un tema tan importante como la fiscalización, dejaron fuera al activo más importante de su partido en el estado y a la militancia morenista sin esperanza de ganar la elección.

Con discursos falaces, Salgado Macedonio da aliento a sus seguidores, quienes ante la evidencia explícita de falta de responsabilidad por parte de la dirigencia de Morena, prefieren creer que a como dé lugar Félix será gobernador.

Mario Delgado, presiente del comité nacional del partido guinda y Marcial Rodríguez, secretario general del partido en Guerrero, son los principales responsables de esta vergonzosa situación, al pasar por alto uno de los principios fundamentales de la nueva política mexicana, la transparencia.

La fiscalización sirve para saber cuánto dinero se gastó, pero sobre todo de donde viene; esto con la finalidad de evitar que recursos públicos o generados por actos delictivos, se apliquen en las campañas o pre campañas.

El hecho de que Félix, su equipo y el partido no hayan presentado sus reportes, es muestra de la poca importancia que le dan a la ley. El monto gastado no reportado es irrelevante, el hecho es lo que cuenta, lo que hoy ha marcado un precedente y es ejemplo para el futuro.

A Salgado no se le violaron los derechos, ninguno de ellos, perdió la candidatura por no apegarse a las reglas del juego, la democracia no sufrió ningún atentado, al contrario se fortalece al hacer respetar las leyes y finalmente el pueblo no fue ofendido, porque ofensa sería que quien no respeta la ley participara por un puesto en el que es necesario hacerla valer.

La dirigencia nacional de MORENA ha decidido postular a una mujer para sustituir al ex candidato, es altamente probable que su hija sea la elegida, consolidando así la violencia instituida en ese partido contra las mujeres, al utilizar a una de ellas para continuar manteniendo los privilegios de un cuestionado personaje.