Después de la derrota…

Misael Habana de los Santos

 

El pasado martes, ayer, antes de que iniciara el primer partido de semifinal de la Copa del Mundo Qatar 2022 llegó un radioescucha de “Voces”(93.1 FM) a recoger uno de los múltiples regalos que otorga  esta estación radiofónica a sus seguidores.

 

El hombre a punto de un ataque de nervios esperaba y manifestaba su prisa por llegar a casa y sentarse frente al televisor a ver lo que él creía inminente: la derrota de Argentina ante Croacia. Y a la vez lograr en ello algo parecido a la venganza.

 

Uno de los trabajadores de limpieza que en su juventud jugó y sabe de fútbol le respondió al fanático que esa derrota era imposible porque el representativo gaucho sería el campeón del mundo porque traen un gran equipo, una máquina de hacer goles que la mueven hombres que gustan y juegan bien al fútbol.

 

En ningún momento el trabajador de la radio parafraseó el nombre del grupo de rock que alguna vez encabezó Charly García (La Máquina de hacer Pájaros) porque el hombre no conoce bien a bien otro de los potenciales que tienen los gauchos: hacer buen rock y, por lo general, buena música.

 

Un tercero que esperaba el encuentro deportivo en la antesala donde la empresa colocó una tele para la ocasión intervino contundente.

 

— ¿Así que usted quiere que triunfe Croacia porque Argentina nos ganó? Ellos nos ganaron porque son mejores y el representativo de las televisoras privadas, que no de Mexico, no sabe jugar fútbol. Ellos saben de peluquería, maquillaje y moda. Son frágiles como sus medias y sus zapatillas (tenis) de miles de pesos.

Los jugadores mexicanos solo expresan la subcultura del dinero predominante en el país de las televisoras: comedia y frivolidad.

Estos jugadores no saben jugar al fútbol competitivo en las grandes ligas, solo juegan en la MX y la CONCACAF. Sus directivos tan poco saben de fútbol, conocen cómo hacer dinero, como manipular a las masas a través de los medios masivos.

 

Ellos no saben de fútbol saben mucho de La Rosa de Guadalupe y Marimar. Es su especialidad.

 

Estos empresarios han educado a varias generaciones de mexicanos que a su vez han transmitido a sus hijos esta subcultura donde nadie quiere hacer deporte, todos quieren ser espectadores.

 

Dónde todos los padres quieren que sus hijos sean actores de telenovelas, no actores, su referente cercano es algo parecido a una MOCATRIZ (Modelo, cantante y actriz, que ni sabe posar, no sabe cantar y no sabe actuar… pero son artistas) que vemos en la tele y como subroductos en la vida social acapulqueña ¿Ridículo no? Pero cierto.

 

El radioescucha recibió su presente y se fue a su casa a ver el fútbol, a esperar la derrota argentina narrada por el “Perro” Bermudes, el más nacionalista de los locutores, claro, cuando de deporte se trata.

 

La derrota nunca llegó y Argentina se perfila a campeón porque sabe y gusta jugar al fútbol.

 

Ahora como colofón, si esto sirve como bálsamo o vitacilina a los nacionalistas de televisión: México no perdió ante cualquier equipo,nos clavó dos goles la selección que ocupará el trono en Qatar o el subcampeonato. Ni mas ni menos.