ACAPULCO, Gro., 1 de noviembre de 2021.- La habitante de Cuajinicuilapa, Fátima Hernández Soriano promovió una queja ante la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CDHEG) contra la comisaria de San Nicolás y regidora de Recursos Naturales y Medio Ambiente de ese municipio, Heladia Hernández Bracamontes, ya que la encerró durante tres horas y la obligó a firmar un documento para evitar que exigiera justicia por su perro atropellado.

Asimismo el 19 de octubre pasado hizo la denuncia ante el Ministerio Público adscrito a la Fiscalía General del Estado (FGE) en Ometepec y quedó abierta la carpeta de investigación número 12160670300413191021, por abuso de autoridad.

Fátima Hernández presentó el 15 de octubre la queja ante la CDHEG con el número de expediente CDHEG/DRCCH/031/2021-II, número 520/2021, en contra de Heladia Hernández Bracamontes. Y solicitó al presidente municipal de Cuajiniculapa, Edgardo Paz Rojas que destituya a este tipo de servidores públicos.

Informó a Quadratín Guerrero que el 3 de octubre pasado, el señor Heladio Pérez Rodríguez atropelló al perro, lo que provocó que una pata trasera del animal fuera amputada y que otra quedara severamente lastimada. Una vez que un veterinario garantizó el bienestar de Wisky, su mascota, acudió a denunciar el accidente ante la autoridad local de esa comunidad.

“Los gastos médicos los cubrí yo, el señor que atropelló a mi perro tampoco ofreció una disculpa que era lo mínimo que esperaba y por eso decidí acudir con la comisaria, que es la autoridad de mi pueblo”, expuso en entrevista telefónica.

Denunció que cuando acudió a la comisaría de San Nicolás, Hernández Bracamontes ejerció abuso de poder al retenerla de forma indebida el pasado 14 de octubre de este año, por exigir justicia para su mascota.

Ante tal retención, buscó el apoyo de la Comisión de Derechos Humanos y acudieron los abogados Pedro Arrieta Benítez y Gretel Dávila Vargas, quienes levantaron una denuncia por lo sucedido.

Fátima Hernández Soriano declaró que la comisaria de la comunidad la encerró en una habitación bajo llave, le quitó el celular para eliminar fotografías y le dijo que no debía denunciar los hechos, pues la culpó por lo que había pasado con su perro y, le llevó un documento para que firmara; en dicho texto, se comprometería a no denunciar públicamente lo ocurrido. No obstante Hernández Soriano no firmó.

Por Quadratín Guerrero