En un giro dramático de los acontecimientos, la Embajada Mexicana en Quito, Ecuador, se ha convertido en el epicentro de una creciente crisis diplomática entre México y Ecuador.
El detonante fue el asalto perpetrado por fuerzas policiales ecuatorianas en la sede diplomática mexicana, con el objetivo de arrestar al exvicepresidente Jorge Glas, quien se encontraba refugiado en la embajada de México desde diciembre del año pasado.
La acción de las autoridades ecuatorianas ha desencadenado una ola de condena internacional y ha llevado a México a tomar medidas drásticas en respuesta. Claudia Ruiz Massieu, excanciller de México, ha denunciado el asalto como una grave violación al derecho diplomático, instando a la comunidad internacional a condenarlo enérgicamente.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha ordenado la suspensión inmediata de las relaciones diplomáticas con Ecuador, calificando el incidente como una violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía mexicana. Esta decisión ha sido respaldada por figuras políticas mexicanas, incluyendo al excanciller morenista Marcelo Ebrard y al líder del PRI, Alejandro Moreno.
La candidata presidencial del PAN-PRI-PRD Xóchitl Gálvez y el candidato Jorge Álvarez Máynez de Movimiento Ciudadano han instado al gobierno mexicano a actuar con firmeza en defensa de la soberanía nacional y de la inviolabilidad de las sedes diplomáticas.
Por su parte, Ecuador sostiene que el exvicepresidente Jorge Glas debe enfrentar la justicia ordinaria por delitos de corrupción, aunque México ha otorgado asilo político a Glas y ha exigido su salida segura del país.
La tensión entre ambas naciones se ha exacerbado aún más con la expulsión de la embajadora mexicana por parte del gobierno ecuatoriano.
Este episodio sin precedentes ha llevado a México a denunciar a Ecuador ante la Corte Internacional de Justicia por violaciones al derecho internacional.
Mientras tanto, la situación en la embajada mexicana en Quito sigue siendo tensa, con el personal diplomático enfrentando amenazas y hostigamiento por parte de las autoridades ecuatorianas.
La crisis diplomática entre México y Ecuador pone de manifiesto los desafíos y las complejidades en las relaciones internacionales.