¡Increíble! que un secretario de un gobierno de la 4T, como el de Guerrero, piense como el más anquilosado conservador miembro de la oligarquía cevichera acapulqueña.
Increíble…pero cierto.
Santos Ramírez, secretario de Turismo de Guerrero y egresado de una licenciatura de una escuela “patito” del puerto, dijo a pregunta de este periodista que el Festival Franco Mexicano (FFM) se canceló porque no era negocio.
Así, aunque no lo crean quienes votaron por el cambio, el funcionario -que evidentemente no funciona para un gobierno de transformación- asegura que la cultura no es de su incumbencia y que el turismo es cosas de negocios, ganancias pues. Y que la cultura, según él, no genera ingresos.
En su limitado marco conceptual, siempre a pregunta del periodista, construyó en voz alta una explicación donde la variable cama-noche de hotel afirmó, palabras más palabras menos , descarriló el FFM que durante 18 años fue financiado por la Secretaría de Turismo y que casualmente inició el secretario que durante ese tiempo permaneció al frente de la dependencia con una política turística que hoy tiene sometido al puerto en una de sus más profundas crisis, Ernesto Rodríguez Escalona. Y quien debe estar feliz en su residencia, echado en la hamaca, cantando aquello de José Alfredo Jiménez, “para que me compares hoy como siempre”.
Santos, rehuyendo las preguntas de los reporteros caminó sin parar hasta perderse en el mar del bullicio de las conversaciones intrascendentes en los pasillos del hotel sede de la convención bancaria.
Pero unos minutos antes, en sus respuestas nerviosas a los cuestionamientos, nos dejó una perla informativa y dijo una perogrullada: que el evento cancelado con el poder de su firma corresponde a la secretaría de Cultura.
Y el más elemental reportero y el más incisivo lector puede pensar: ¿la cultura no tiene que ver con el turismo?. Te hablan AMLO.
El secretario de turismo de Guerrero está negando implícitamente que el Tren Maya, el 60 por ciento tiene que ver con la oferta de la cultura, no funcionará; que Oaxaca Ciudad cultural, abarrotado por visitantes que buscan cultura y playas, tampoco.
Es decir, que el egresado del Colegio Español, perdón, Universidad Español, no entiende el negocio del turismo actual y descarta a la cultura, por pura ignorancia o intereses personales, al afirmar que está actividad no es negocio y por lo tanto no es competencia de la ineficiente Sectur Guerrero convertida en una gran pista de cobro de aviadores.
Ahora, el costo económico del evento suspendido es de 3.5 millones de pesos en una dependencia que tiene asignado un presupuesto anual de 50 millones de pesos. Así que el costo del evento es hasta ridículo ante el impacto y tradición que ha generado a lo largo de los años el festival.
El monto del evento cancelado por el poder de la firma de Santos bien se pudo considerar haciendo ajustes en los gastos inútiles de la Sectur como recortando gastos suntuosos, sacar a amigos y familiares aviadores de la nómina de la dependencia, con esto bien alcanzaría no para un festival similar sino para hacer dos o tres más.
Ahora más allá del aporte cultural FFM a la sociedad acapulqueña, el que debería ser su real objetivo a través de diversas expresiones de la cultura francófona (cine, pintura, gastronomía, literatura, etc.), el evento se había convertido en el punto de encuentro de un selecto grupo fifí que gusta de la comida, el buen vino y el reventón con dinero público.
El FFM no tiene porque cancelarse, se le tienen que hacer ajustes. Y ojalá hubiera más festivales en Acapulco que difundan la cultura y el turismo de otras entidades y países en el terruño.
Y para terminar, recordarle al limitadito secretario de turismo que la cultura se ha convertido en una búsqueda insaciable por una gran franja del turismo mundial que viaja y con dinero.
PD: Veo a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda sacando la casta de luchadora social y enfrentando los problemas insitu. ¿Y sus funcionarios donde están? ¿Quien le ayuda a la gobernadora? No creen que ha llegado el tiempo de relevar a varios funcionarios que no funcionan, que no han entendido y no entiende lo que debe ser un gobierno de la 4T. Tres principios básicos: no robar, no mentir, no traicionar. ¡Me están oyendo inútiles!