Misael Habana de los Santos.

 

Uno.

La ausencia de Félix Salgado en la reunión del CEN de Morena con sus pares,  los otros 11 aspirantes a la candidatura de ese partido al gobierno de Guerrero, fue un amago bien planeado por el Toro sin Cerca, dice un personaje muy cercano al calentano.

 

Por un lado, asegura, fue un mensaje al presidente AMLO y a la dirigencia de Morena de que puede optar por otra alternativa, si las encuestas no lo favorecen en su búsqueda de la gubernatura del estado a la que él ve cómo un derecho irreemplazable.

 

Por otro, es una propuesta a sus amigos del PRI, entre ellos, al grupo de su compañero de Cámara, el senador Manuel Añorve, de que su candidatura está disponible pero hay que sentarse a negociar antes de que se encarezca.

 

Para los de casa, la ausencia del ex perredista dos veces candidato al gobierno del estado por el PRD y dos veces derrotado por el PRI mediante escandaloso fraude, solo es una amenaza “Felixista” muy al estilo del senador con licencia por Morena.

 

Ninguno de los 11 aspirantes que asistieron, incluso, algunos de ellos que podrían declinar a su favor, dudan de que el Toro se les volverá a cruzar en el camino con otros desplantes como el de hoy a lo largo del proceso electoral interno que concluye en las primeras dos semanas de este diciembre.

 

Dos.

 

A Félix no lo den por muerto. Para sus seguidores en Acapulco que tiene muchos, todos ex funcionarios en su gobierno municipal y que conocen su forma de trabajo, ya se preparan para la campaña electoral y ya se ven como funcionarios del próximo gobierno estatal.

 

Me comentaba uno de ellos, que no apoyó la candidatura de Adela Román, sino a su adversario priísta Ricardo Taja quien perdió ante la actual alcaldesa, y que ya está “comprometido” con Salgado Macedonio. “Félix nos ha asegurado que él será el candidato, que no habrá ningún problema. Todo está planchado”.

— ¿Y la denuncia de violación en su contra? Le digo.

— Nada. Nada de eso lo impedirá. Respondió.

 

Tres.

Antes de su primer licencia al Senado, ya iniciadas las restricciones de movilidad con motivo de la pandemia Félix Salgado Macedonio me invitó a tomar café y platicar a una cafetería de la Costera.

Ambos ignorábamos que el lugar estaba cerrado.

Finalmente el encuentro se dio en su casa donde también están las instalaciones del periódico La Jornada Guerrero, que compró al salir de la presidencia municipal, diario que yo fundé y dirigí por algún tiempo antes de la llegada del equipo de Félix a la redacción.

 

Ahí Félix me habló abiertamente de sus legítimas aspiraciones políticas y también me habló de cómo su popularidad lo llevaría casi en automático a Casa Guerrero.

Al ver su entusiasmo casi infantil ante esa aspiración, le dije que esta sería su tercera oportunidad y tal vez la última en su vida. No dijo nada.

También le dije que tuviera mucho cuidado, que sutilmente lo podrían dejar fuera de la jugada por la vía de género como se había optado en las pasadas elecciones.

 

Incluso, hicimos el ejercicio de candidatear a tres mujeres, posibles participantes bajo esa hipotética vía.

— ¡Si es así no hay bronca!

— ¿Lo vas aceptar? ¿No te vas a ir a otro partido? Interrogué.

— Lo que diga AMLO. Lo que diga el presidente. Ahí si me cuadro, afirmó.

Félix conoce bien al presidente. AMLO conoce muy bien a Salgado Macedonio.

 

Y todos aseguran que la decisión en Guerrero estará decidida desde el centro por un gran elector.

 

Cuatro.

Los priístas que derrotaron a Félix Salgado, fueron Rubén Figueroa Alcocer y René Juárez Cisneros. Pasado los años, los miembros de sus respectivos equipos políticos reconocen públicamente que aunque sus triunfos no fueron legítimos si estuvieron sustentados en magistrales negociaciones con los vencidos. Eso dicen.

 

Cinco.

El amago de hoy de Félix de no asistir a la reunión del CEN de Morena donde se firmaría el acuerdo de unidad ¿tendrá el efecto que busca el también cantante y actor?

Lo que olvidan muchos de los participantes, al menos ocho de ellos no tienen nada que hacer en esa reunión, es que las reglas han cambiado y que la amenaza del senador se dio precisamente el día en que fue presentada la Guía Ética  para la transformación de México. ¡Veremos qué pasa!