Misael Habana de los Santos

En estos tiempos no se puede andar haciendo política solo con proclamas, promesas, ocurrencias basado en una entelequia, en un discurso (in)documentado en la teoría de izquierda o con preñez de solo buenas intenciones.

Sino no hay antecedentes históricos, construcción ideológica y político en la práctica que lo confirme no se puede encabezar un proyecto de transformación:

Y menos dentro del contexto de la 4T que impulsa Andrés Manuel López Obrador.

No se puede andar por ahí así sin ser visible, alentando la ocurrencia diaria, desprovisto de teoría, de fondo y de forma, a la buena de Dios, basado en “la popularidad” que solo es un globo inflado con peligro de explotar en cualquier momento.

Esto viene a cuenta por la reflexión que se hizo en el homenaje en el que estuvieron familiares y amigos al líder universitario Pablo Sandoval Ramírez y en donde como número principal del evento se presentó el libro, un sustento bibliográfico del paso de este hombre por la vida y por la realidad de Guerrero y el país.

Democracia y Transformación Social (Un Ensayo desde la Sociología Jurídica Crítica) es el título de la autoría del conmemorado legislador, orador y maestro universitario.

Apuntes del profesor Pablo que fue prologado brillantemente por su hijo menor, Netzaí Sandoval y donde explica, con fundamentos teóricos, porqué la necesidad de cambiar y transformar la práctica del derecho inclinada siempre al lado de los poderosos:

En la ceremonia a Sandoval Ramirez, guerrerense ilustre y padre del ex delegado del gobierno federal en Guerrero, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros y de otros dos altos funcionarios del gobierno federal, gente muy cercana al presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, como la secretaria de la Función Pública federal y el responsable de la defensoría pública del Consejo de la Judicatura Federal.

Todos ellos hijos formados académicamente en universidades y en el hogar que fue una segunda aula donde a la hora de la comida también se escuchaba buena música o se debatía sobre la realidad nacional cuentan los que los conocieron en tiempos de lucha.

Todos ellos, ahora profesionales, hijos responsables abocados a transformar el país bajo el liderazgo de AMLO y de Morena, partido del que fueron fundadores.

Parafraseando un famoso triller estadounidense todos ellos hombres y mujeres del presidente (All the President’s Men, dirigido por Alan J. Pakula) son gente que están en la burbuja de quien lleva la rienda de la 4T y que saben del vaivén nacional en que navega la nación en busca de mejor destino para las mayorías siempre desposeídas.

Estuvo ausente en la ceremonia, otro miembro de la familia, John Ackerman, que dicen se quedó en casa a cuidar los niños. Él es el esposo de Irma Eréndira. Aunque otros afirman que se quedó a seguir el proceso interno de Morena y acompañar a Mario Delgado.

Uno de los retoño de Pablo, Netzaí, el defensor de la ciudadanía, habló del libro que también prologó y que estuvo a la venta durante la ceremonia a un precio de 150 pesos.

Al final de su discurso remató con un párrafo elocuente, para muchos fue un destape y con un claro sentido electoral, persuasivo, dirigido a todos, sobre la herencia de su padre y el destino de uno de sus hijos en la coyuntura actual guerrerense.

“Hay alguien que sigue luchando, que tiene una visión de izquierda, que sigue defendiendo a los grupos más vulnerables, que sigue luchando en Guerrero, por cierto, en defensa de los trabajadores, en defensa de la dignidad del pueblo y que además también se llama Pablo Sandoval, hay Pablo Sandoval para rato ¡Viva Pablo Sandoval!”

El aplauso de los presentes no se hizo esperar. Era el reconocimiento público al líder universitario, pero también al padre que en sus hijos dejó la huella de su proyecto de lucha, la constante búsqueda de transformación social.

Al ver el desempeño de los hijos de Pablo, a quien conocí cuando era un joven reportero, no me queda más que reconocer que fue un buen padre. Porque al fin y al cabo los hijos son el resultado de lo que formaron los padres.

APOSTILLAS…/

Aplaudió también la presidenta municipal Adela Román Ocampo y su gente más cercana como Camilo Valenzuela, el viejo comunista compañero de muchas lides de Sandoval Ramirez.

Y se notan las ausencias de los beneficiarios de la lucha del profesor, la de los universitarios en el homenaje a uno de los principales constructores de la UAG ahora UAGro.

La del rector Javier Saldaña, que por su lado anda en la brega construyendo los consensos que lo lleven a una candidatura por la presidencia municipal de Acapulco, no solo por la izquierda, sin excluir al PRI.

La del gobernador del estado Héctor Astudillo Flores, el año pasado estuvo presente, y que ahora aún estando la secretaria de la Función Pública federal, Irma Eréndira Sandoval, no envío ni siquiera representante.

Incluso, algunos políticos recién llegados a Morena y de otros partidos confrontados con los vino tinto evitaron asistir a lo consideraron con mezquindad como un acto de apoyo al ex delegado federal en sus aspiraciones políticas electorales.

Adela Ocampo con su presencia y discurso lució bien ante todos. La alcaldesa, con bajo puntaje entre los precandidatos al gobierno del estado por los encuestadores, con una pieza de oratoria limpia expresó el reconocimiento al patriarca de los Sandoval Ramírez, y pidió unidad para salir adelante.

Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, reconoció el orgullo de ser de una familia de luchadores sociales, con ideales cimentados siempre en la izquierda, a pesar de la persecución política que se dio en Guerrero contra los idealistas y transformadores como fue su padre de quién dijo, “abrió brecha y caminos, en su andar hacia la alternancia” y su trabajo por democratizar los partidos.

Y finalmente, Pablo Amílcar Sandoval, en un discurso largo, muy largo, habló de su padre, del líder, del profesor, del transformador, dijo “Pablo Sandoval Ramírez abrió la brecha de la transformación en Guerrero, su legado de lucha y esperanza sigue vigente”.