Por Misraim Olea Echeverría
El domingo 29 de noviembre la diputada Federal de MORENA, Araceli Ocampo Manzanares, presumió en sus redes sociales que el precandidato de ese partido al gobierno del estado, Amílcar Sandoval Ballesteros, sostuvo una reunión con “más de 500 personas” en la ciudad de Iguala; en el boletín distribuido por el equipo del aspirante, mencionaron que en dicho evento hubo más de 600 asistentes.
Más tarde ese mismo día, el diputado federal morenista, Rubén Cayetano García, publicó un video de su participación en un evento informativo y de organización de su partido, que también se llevó a cabo en Iguala, en el que reconocía la labor del secretario de salud, Carlos de la Peña, por enfrentar la pandemia. En ese mismo video señala las razones por las que abandona dicho evento; entre ellas, señaló que no se estaban respetando las medidas sanitarias y recomendaciones para evitar el contagio de COVID-19 promovidas por el gobierno federal y el gobierno estatal.
Al inicio de la pandemia la ciudad de Iguala fue de las más afectadas. En el mes de mayo entró en crisis por la saturación de los hospitales. De acuerdo con la información ampliamente difundida por el alcalde de extracción morenista, Antonio Jaimes Herrera y el secretario de Salud Municipal, Federico Javier Ortiz Ibarra, el municipio estaba colapsado, con un panorama “triste, gris, sino es que obscuro”, por el número de contagios y la incapacidad de atender a las personas que presentaban síntomas graves.
Luego de gestiones ante el gobierno estatal y federal, Iguala fue de los municipios que más recursos recibió para reconvertir camas hospitalarias, incluso, con apoyo de sociedad civil, municipios vecinos y empresarios de la región se logró poner en marcha la Unidad COVID-19, con 40 camas para atender a una mayor cantidad de pacientes.
Actualmente Iguala es el único municipio del estado con un crecimiento sostenido de contagios, es la ciudad con más defunciones y el segundo municipio con el mayor número de casos activos; situación que pasó por alto el alcalde Jaimes Herrera, que sin medir las consecuencias convocó, asistió y fue anfitrión del evento que abandonó su correligionario Rubén Cayetano.
Dado lo anterior y ante la insistencia de ciudadanos que exigían al gobierno estatal tomar cartas en el asunto, el Jefe de la Oficina del Gobernador, Alejandro Bravo; el Secretario de Finanzas, Tulio Pérez y el Secretario de Salud, Carlos de la Peña hicieron un llamado a quienes aspiran a un cargo de elección popular a respetar las medidas, ser conscientes de lo peligroso del virus y entender que la nueva normalidad requiere de responsabilidad de quien convoca a este tipo de actividades que pueden resultar peligrosos para la ciudadanía.
El Director General de la Organización Mundial de la Salud OMS, Tedros Adhanom en su informe quincenal pidió al gobierno de México tomar con seriedad la situación del COVID-19, y a los líderes a dar el ejemplo para combatir juntos el aumento de contagios. También señaló que nuestro país se encuentra en una mala situación frente al epidemia, al duplicarse el número de muertes. En Iguala, la ciudadanía debería exigir lo mismo al alcalde, porque ¿a que autoridad se recurre para disolver un evento que evidentemente pone en riesgo a los habitantes de la cabecera municipal, cuando su presidente municipal es parte del mismo?
Iguala de la Independencia, no sólo enfrenta los problemas propios de la pandemia, este municipio también es el único en el que están repuntando los índices delictivos. Si bien es cierto que el proceso electoral moviliza los corazones de quienes aspiran a participar, quienes se ganaron el voto y la confianza de los electores, como el alcalde de Iguala, deberían de responder con responsabilidad y resultados en una situación de crisis como la que se vive.
Las y los aspirantes de MORENA continúan realizando eventos masivos en todas las regiones del estado, en las que ellos mismos se exponen al contagio t también a cientos de personas, continuando así con la doctrina del Presidente López Obrador de minimizar lo peligroso del virus.
En estos momentos en los que se necesitan líderes que guíen y sean ejemplo para salir adelante, solo tenemos a quienes celebrar haber convocado a 500 personas en Iguala, que se sumarán a los cientos más que serán acarreados para ser expuestos al virus, sólo para mostrar un músculo que ha dado muestras de que en cualquier momento se desvanecerá.